Durante los talleres que el Proyecto CUIDAR ha realizado con niños/as y jóvenes que viven en zonas de riesgo de desastre, hemos descubierto que los participantes manifestaban una inquietud y una preocupación: carecían de herramientas que les permitieran sentirse autónomos.

En tres de los cuatro escenarios donde hemos trabajado, una de las mayores preocupaciones que tenían los niños/as y jóvenes era cómo gestionar el miedo y qué hacer en situación de riesgo o de emergencia. Detectamos que los niños/as y jóvenes sentían que, si no había un adulto cerca, no sabrían cómo reaccionar. Temían sentirse perdidos y desorientados.  También compartían su temor a que el miedo les paralizara, tenían miedo al miedo. Por mucha información que tuvieran a su alcance, sabían que el miedo podía bloquearles y no permitirles pensar con claridad.

Uno de los objetivos del Proyecto CUIDAR es visibilizar las voces de los niños/as y jóvenes y contribuir a la consecución de sus demandas. Por esta razón, este artículo se centra en la importancia de incorporar la gestión emocional en los contenidos de la educación para la reducción de riesgos de desastre.

 

Existe una carencia en la gestión del miedo en la formación de los niños/as y jóvenes.

Los jóvenes del instituto de Sant Celoni (Barcelona), que han participado en el proyecto, expresaban su sensación de inseguridad, miedo y dependencia del entorno adulto ante un posible accidente químico. Expresaron frases del tipo “Yo no me sentiría seguro” o “Yo llamaría a mi madre para que me viniera a recoger.”

Así definieron el problema que querían resolver:

“Parte de la población no está preparada para gestionar el miedo
 y no sabe qué hacer

 porque se paraliza y se bloquea”

Durante este taller, la intervención que más impactó y que más ayudó a definir el problema fue la de una adolescente que vivía en una localidad próxima a la ciudad de Igualada (Barcelona) cuando se produjo un accidente químico en 2015. Sus palabras impactaron en sus compañeros/as porque expresaban las emociones que vivió en ese momento.

Transcribimos a continuación un extracto de la conversación que se produjo:

  • Miembro del equipo CUIDAR: Si vosotros os encontrarais ante un accidente químico, ¿sabríais qué hacer?
  • Joven 1: Sí, pero no lo haríamos porque te paraliza el miedo. A mí me pasó y me cagué viva y me fui corriendo a casa. (…) Como no ha pasado, la gente no sabe qué hacer.
  • Joven 2: Es necesario concienciar a la población de lo que debe hacerse.
  • Joven 1: Yo creo que hasta que no pase de verdad la gente no sabrá lo que es, aunque hayan hecho simulacros porque es lo que me pasó a mí.

Así de concisa y resolutiva fue la frase que definía la resolución del problema que habían planteado:

“Aprender a autogestionar el miedo para enseñar a la población cómo actuar ante una situación de emergencia”

En otro de los talleres de CUIDAR, realizado en una escuela de Gandesa (Cataluña), los niños y niñas que participaron nos expresaron su desconocimiento sobre cómo actuar en el caso que se produjera un incendio forestal en los alrededores del pueblo. Una vez más, se manifestaba la dependencia de los niños/as y jóvenes de las personas adultas y como consecuencia, esta dependencia hacia aumentar su sensación de miedo.

Lo expresaron en esta frase:

“Los niños y las niñas no sabemos actuar ante una emergencia de un incendio forestal

cuando estamos solos”

Algunos de los comentarios que nos transmitieron durante el taller:

  • “Yo me quedaría bloqueada”
  • “No sabemos qué hacer”
  • “En la escuela hacemos simulacros y aquí sí que sabemos qué hacer”
  • “Tendríamos miedo y estaríamos nerviosos”
  • “Me asusta si estoy sola o estoy con las amigas y voy a dar una vuelta por el pueblo o por el bosque”

Algo parecido ocurrió en los talleres que realizamos en Lorca (Murcia). También allí los jóvenes resaltaron la importancia de una buena gestión emocional, sobre todo después de haber vivido el terremoto de 2011:

  • Miembro del equipo Cuidar: ¿Qué consideráis que os falta para tranquilizaros?
  • Joven 1: La seguridad de saber que estás en un lugar seguro y que no te pasará nada a tu alrededor.
  • Miembro del equipo Cuidar: ¿Crees que la seguridad se puede trabajar antes?
  • Joven 2: Sí, antes podríamos aprender a controlar nuestros sentimientos o emociones.
  • Joven 3: “No tenemos información de qué hacer ni dónde ir si estamos en casa o en la calle en caso de un terremoto porque hay una falta de educación en la gestión emocional.”

Este es el mensaje que consensuaron para transmitir a los responsables de la gestión de desastres:

“Necesitamos saber los pasos a seguir para estar seguros y trabajar de forma preventiva

la gestión emocional del miedo y el cuidado”

En definitiva, estos testimonios ponen de manifiesto la necesidad de desarrollar herramientas de gestión que ayuden a los niños, niñas y jóvenes a reconocer, gestionar y combatir el miedo, contribuyendo así a reforzar y generar una mayor autonomía (sobre todo en la toma de decisiones). Algo que también contribuye a reforzar su percepción de seguridad.