¿Por qué deberíamos conocer el Marco de Sendai?
En algunas ocasiones, los profesionales y voluntarios que trabajan la gestión de desastres con los que hemos hablado nos han comentado que no están muy familiarizados con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, que se adoptó en la tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas celebrada en Sendai (Japón) el 18 de marzo de 2015, donde España participó y suscribió el acuerdo.
¿De dónde proviene el Marco de Sendai?
El Marco de Sendai es el instrumento sucesor del Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015: Aumento de la resiliencia de las naciones y las comunidades ante los desastres, que se concibió para dar un mayor impulso a la labor mundial en relación con el Marco Internacional de Acción del Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales de 1989 y la Estrategia de Yokohama para un Mundo Más Seguro: Directrices para la prevención de los desastres naturales, la preparación para casos de desastre y la mitigación de sus efectos, adoptada en 1994, así como su Plan de Acción, y la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres de 1999.
El Marco de Sendai se basa en elementos que garantizan la continuidad del trabajo hecho por los Estados y otras partes interesadas en relación con el Marco de Acción de Hyogo, y presenta una serie de innovaciones que se solicitaron durante las consultas y las negociaciones.
¿Qué innovaciones presenta?
Las innovaciones más importantes del Marco de Sendai son:
- Cobra mayor importancia la gestión del riesgo de desastres en lugar de centrarse en la gestión de desastres.
- Se busca como resultado esperado la reducción del riesgo de desastres y un objetivo marcado para evitar que se produzcan nuevos riesgos.
- La definición de siete objetivos mundiales en relación a los desastres: reducir la mortalidad, reducir las personas afectadas, reducir los daños y aumentar la resiliencia, aumentar los países que cuentan con estrategias, aumentar el apoyo internacional, aumentar la disponibilidad y el acceso a personas a sistemas de alerta e información.
- Reforzar y aumentar la resiliencia en relación a la reducción del riesgo existente.
- El desarrollo de principios rectores, que incluyen la responsabilidad primordial de los Estados de prevenir y reducir el riesgo de desastres, y cuenta con la participación de toda la sociedad y todas las instituciones del Estado. (Insistiremos posteriormente en este aspecto).
- Se amplía el escenario de la reducción del riesgo de desastres que contempla tanto las amenazas naturales como también las de origen humano. Incluye los riesgos ambientales, tecnológicos y biológicos conexos.
- Se fomenta la resiliencia sanitaria y de sus infraestructuras, del patrimonio cultural y de los lugares de trabajo.
- Comprender mejor el riesgo de desastres en todas sus dimensiones: exposición, la vulnerabilidad y características de las amenazas.
- La movilización de inversiones que tengan en cuenta los riesgos a fin de impedir la aparición de nuevos.
- El fortalecimiento de la cooperación internacional y las alianzas de trabajo mundiales.
El papel de los niños y jóvenes en la reducción de riesgos de desastres 2015-2030.
La base fundamental de Proyecto CUIDAR se articula bajo los principios del Marco de Sendai, como se destaca en una de sus bases:
- promueve preparar a la sociedad civil con conocimientos y orientación en la reducción de desastres y gestión de riesgos.
- aspira a generar comunidades más resilientes y reforzar las sinergias entre los grupos implicados.
En esta sensibilización de la sociedad civil incluye a los niños y jóvenes y los considera agentes de cambio.
“Tiene que haber un enfoque preventivo del riesgo de desastres más amplio y más centrado en las personas. Las prácticas de reducción del riesgo de desastres deben contemplar amenazas múltiples y ser multisectoriales, inclusivas y accesibles para que sean eficientes y eficaces. Si bien cabe reconocer la función de liderazgo, regulación y coordinación que desempeñan los gobiernos, estos deben interactuar con los actores pertinentes, entre ellos las mujeres, los niños y los jóvenes, las personas con discapacidad, los pobres, los migrantes, los pueblos indígenas, los voluntarios, la comunidad de profesionales y las personas de edad, en el diseño y la aplicación de políticas, planes y normas. Los sectores público y privado y las organizaciones de la sociedad civil, así como la comunidad académica y las instituciones científicas y de investigación, deben colaborar más estrechamente y crear oportunidades de colaboración, y las empresas deben integrar el riesgo de desastres en sus prácticas de gestión.” [1]
“Los niños y los jóvenes son agentes de cambio y se les debe facilitar el espacio y las modalidades para contribuir a la reducción del riesgo de desastres, con arreglo a la legislación, la práctica nacional y los planes de estudios” [2]
Estas tres líneas marcan una transformación sustancial. En el Marco de Sendai los niños y jóvenes dejan de significar únicamente un colectivo vulnerable a proteger y se convierten en agentes participativos cuya implicación es valiosa e importante para la sociedad. Son actores de cambio, de futuro, y su papel se convierte en necesario. Para que esto sea posible, es importante organizar espacios que promuevan la educación, información y participación en la reducción de riesgos de desastres.
Para el Proyecto Cuidar es fundamental que las sociedades integren este cambio de perspectiva y participación. Por este motivo difundimos los principios básicos del Marco de Sendai y enfatizamos esta cláusula.
Implementar estos principios de acción y transformación para implicar a toda la sociedad (incluidos niños/as y jóvenes) frente a la reducción de riesgo de desastres es una apuesta que nos acerca a todos/as a los objetivos marcados a nivel mundial: aumentar la resiliencia y crear comunidades más preparadas para la reducción de riesgos de desastres.
Esperamos que todas las metas propuestas las hayamos conseguido en 2030.
Fuentes:
[1] Pág. 10 – Marco de Sendai para la reducción de riesgo de desastres.
[2] Pág. 23 – Marco de Sendai para la reducción de riesgo de desastres.