En el artículo La importancia del mapa de riesgo comunitario desde la mirada de los niños, niñas y jóvenes destacamos la relevancia de incorporar el mapa de riesgo comunitario en las estrategias participativas de reducción de riesgo de desastre, concretamente con los niños, niñas y jóvenes. Para ello necesitamos saber cómo se realiza un mapa y esto es lo que vamos a abordar en este artículo, desglosando los pasos para elaborar un mapa de riesgo teniendo en cuenta los puntos imprescindibles para conseguir unos resultados óptimos.

 

¿Cómo hacer un mapa de riesgos?

Un mapa de riesgos es un dibujo esquemático del territorio donde se ubican las zonas de la comunidad, señalando los peligros o amenazas a los que está expuesta la población.

La consecución de un buen mapa de riesgos con niños/as y jóvenes requiere tener en cuenta los siguientes puntos:

1. Escoger una amenaza por mapa:

Para simplificar el proceso, se recomienda trabajar en base a una única amenaza por mapa (en un mismo territorio, las zonas de riesgo y las zonas vulnerables pueden ser muy diferentes en función de la amenaza que se trabaje).

2. Búsqueda de información sobre el territorio:

Antes de empezar a dibujar el mapa, se recomienda la realización de una pequeña investigación previa:

  • Realizar un recorrido por el territorio que les permita observar y tomar notas in situ sobre aquella información que consideren importante y que les permita a posteriori poder hacer preguntas a los vecinos y vecinas.
  • Elaborar una encuesta, que entregarán a otros miembros (adultos) de la comunidad para que la completen.

3. Trabajo en pequeños grupos:

Se aconseja trabajar en pequeños grupos porque permiten recoger la diversidad de miradas que puede haber dentro de un mismo grupo -género, minorías culturales, edades- que posteriormente se pondrán en común para conformar un único mapa de la comunidad.

4. Dibujo del mapa de la comunidad:

En este punto se empieza a dibujar el mapa incorporando la información básica del territorio obtenida en la investigación siguiendo el siguiente criterio:

  • Uso de los espacios: zonas de viviendas, industriales, de cultivo, forestales, espacios públicos urbanos, etc.
  • Elementos naturales: ríos, lagos, playas, bosques, etc.
  • Vías de comunicación: carreteras, caminos, vías de trenes, etc.

Es importante destacar que son las personas que viven en este territorio, en este caso niños y jóvenes, las que deciden desde su experiencia cotidiana, los elementos que quieren incorporar en el mapa, utilizando una serie de códigos como pueden ser pintar las diferentes zonas de riesgo de determinados colores, hacer iconos para identificar determinados tipos de equipamientos, etc.

5. Zonas relativas a la Reducción de Riesgo de Desastre (RRD):

Se añade al mapa anterior la información relativa a la RRD:

  • Zonas de riesgo: delimitar en el mapa las zonas que pueden estar en riesgo.
  • Zonas vulnerables: aquellas zonas que requieren más atención porque pueden sufrir más daños debido a diferentes razones como:
    • Las personas que se concentran (niños, ancianos)
    • Hay otros riesgos añadidos (gasolineras, tráfico de vehículos)
    • Viven animales
    • Objetos de mucho valor
    • Espacios muy aislados
  • Equipamientos: que se puedan activar para minimizar los efectos del desastre:
    • Radio
    • Televisión
    • Centros de reunión seguros (polideportivos)
    • Centro de Atención Primaria
    • Piscinas descubiertas
  • Recursos de la comunidad: servicios que pueden ayudar a reducir los daños que pueda ocasionar el desastre:
    • Policía
    • Bomberos
    • Ambulancias
    • Protección Civil
    • Agentes Forestales
    • Cruz Roja

6. Participación de expertos: 

Una vez realizado el mapa se recomienda compartirlo con algún experto/a conocedor del territorio o de la RRD y/o con la comunidad para garantizar que no existan errores graves.

Una vez completados todos los puntos, se obtiene como resultado un mapa del riesgo de desastres que tiene que ser validado por la comunidad.

Se recomienda que el mapa sea de gran tamaño y se cuelgue en algún lugar visible ya que puede convertirse en una herramienta para continuar trabajando en la RRD en esa comunidad (ver por ejemplo el manual de Plan International 2010).

 

¿Qué ventajas se obtienen de realizar un mapa de riesgo con niños/as?

La realización del mapa de riesgos de un territorio con niños/as y jóvenes, además del resultado tangible del mapa físico del riesgo, les permite adquirir unos aprendizajes  muy valiosos durante el propio proceso de elaboración porque son dinámicas child-led, en las que los niños, niñas y jóvenes toman consciencia de los conocimientos que ya tienen, aprenden a discutir y a tomar decisiones colectivas, a representar visualmente determinadas ideas y a preguntar a otras personas para obtener información relevante.

En definitiva, se están empoderando como miembros activos de su comunidad, participando activamente en los temas que les conciernen directamente y haciendo oír su voz.